Acostado en la cama sin nada que hacer, más que quejarme de la terrible gripa que me tiró toda la semana, prendí la tele y cambié los canales por un buen rato, hasta que me detuve en el 7, ahí estaba, la serie simple que ya sabía que existía y que no me atrevía a ver por considerarlo muy estúpida “La niñera”.
En el cinco había caricaturas, en el 9 películas mexicanas y en el dos, una telenovela, seguramente sobre una pobre, hermosa, abnegada y buenísima joven que sufre porque una malvadísima, millonaria y poderosísima mujer vive para torturarla y hacerla infeliz, “no, mejor veo la niñera” pensé.
Debo decir que nunca me había reído tanto en toda la vida. Desde que empezó y hasta que terminó no dejé de carcajearme, seguramente estaba muy aburrido, o tal vez en mis cinco minutos de simpleza, pero desde ese día me volví fan del show. Hasta se volvió tema de conversación diario con mi amiga Noa, con la que comentaba todas las idioteces que pasaban.
Recuerdo que siempre nos burlábamos de que la nana decía tener 29 años cada que alguien le preguntaba. Y así pasaron algunos años y la nana seguía teniendo 29. Luego resultó que la edad de la niñera se volvió un parámetro de referencia cada que cumplíamos años. Cumplimos 19 y decimos estar tan lejos de la edad de la señorita Fine, “ah que días aquellos”.
Desde entonces, la vida se ha complicado con cada año que pasa, en el CETis sólo me preocupaba por jugar bien basquet, ganar torneos de Tae Kwon do y por no reprobar la clase de Ditch (Un pinche profesor que no sabía nada de nada y le molestaba ser cuestionado por Noa, Vic y por supuesto por mi).
Poco a poco las cosas cambiaron, seleccionar que carrera estudiar, en que Universidad y lo peor, decidir que hacer de mi vida en el. Algunas veces me pregunto si algún día descubriré que es lo que quiero hacer en realidad.
Comenzó la universidad y había que levantarse temprano para llegar a clase a tiempo o por lo menos no llegar tan tarde. Dos horas y media de viaje diarias, cientos de libros por leer.
Lo que más me preocupaba era aprender. Aprender porque sabía que si no aprendía nada, no podría conseguir un buen trabajo, ni ganar dinero, ni mejorar mi calidad de vida.
Luego terminé la universidad y descubrí que en realidad no sabía nada, digo, sabia la teoría de todo, pero la práctica de nada. “Que miedo, ¿en que voy a trabajar?, ni siquiera he descubierto lo que quiero hacer”. En los momentos de iluminación parecía que seguía una ruta definida, “voy a entrar a Televisa y ser asistente unos meses hasta que me contraten” pensé. Las cosas no fueron tan fáciles, de verdad, la gente ahí se la pasa años trabajando gratis hasta que los contratan, o más bien, hasta que les dan chamba de freelance y la verdad yo ya no podía seguir dependiendo de mi padre.
“El tiempo me ha venido encima” pensaba, sólo quería trabajar, ganar dinero y ser muy rico.
Salí de Televisa como entré, no aprendí nada de nada, no conseguí trabajo y me quedo un mal sabor de boca.
Conseguir el título de la universidad fue otra chinga. Mientras en otras facultades, uno puede titularse de la licenciatura estudiando una especialidad o una maestría, en la FCPyS, las opciones son Tesis o Tesina. Más trabajo, más leer y por supuesto más estudio. Por supuesto, muy reconfortante al terminar el examen profesional, pero definitivamente muy complicado.
A cada paso que daba, las cosas se volvían más complejas, o tal vez era sólo mi mente jugándome bromas, como sólo a mi me pasa.
Por supuesto, las relaciones se volvieron más complejas, de la manita sudada de la prepa, a las siempre apasionadas co-dependientes, obsesivas compulsivas relaciones que dan paso a la madurez de las relaciones formales.
Después de conseguir trabajo en una Agencia de publicidad multinacional y vivir frustrado por la falta de dinero por los dos años y medio que trabajé ahí, decidí cambiar un poco de aires y me vine para Oz. Y como dije antes, con cada paso que doy las cosas se complican. Ahora hasta las cosas más sencillas son complejas. Como recuerdo aquellos tiempos en los que para ir a cualquier parte de la ciudad sólo tenía que comprar un boleto de metro por dos pesos, ahora, si quiero subirme al metro, primero tengo que seleccionar destino, cada destino tiene un costo diferente, luego si quieres un boleto sencillo o de ida y vuelta, seleccionar si tienes concesión por ser estudiante o pagas completo, caminar hacia el anden indicado, y cuidadito con tomar el tren incorrecto, porque te lleva al otro lado de la ciudad y por último hay que cuidar mucho el boleto, porque sin él no puedes salir de la estación.
Los tiempos de pedir sencillamente un café también se acabaron, aquí hay que seleccionar de la siguiente lista:
Short Black, Long Black, Flat White, Late, Macciato, Mocca, Capuccino.
Y sus variables:
Skim Flat White, Skim Late, Skim Macciato, Skim Mocca, Skim Capuccino, Soy Flat White, Soy Late, Soy Macciato, Soy Mocca, Soy Capuccino, Skim Strong Flat White,, Skim Strong Late, Skim Strong Macciato, Skim StrongMocca, Skim Strong Capuccino, Soy Strong Flat White, Soy Strong Late, Soy Strong Macciato, Soy Strong Mocca, Soy Strong Capuccino, Skim Weak Flat White, Skim Weak Late, Skim Weak Macciato, Skim Weak Mocca, Skim Weak Capuccino, Soy Weak Flat White, Soy Weak Late, Soy Weak Macciato, Soy Weak Mocca, Soy Weak Capuccino.
Y es que los Australianos se enorgullecen de tener una “gran cultura del café”. ¡Que complejidad de la vida!
¿Así o más azotado? Eso de saber que se quiere en la vida llegará el día en que te mueras. Las metas son móviles y cuando logras algo, algo más se te antoja. Así es esto de vivir.
ResponderEliminar(¿Puedo burlarme de tí por estar más cerca de los 29 que yo?)
PD. Yo tampoco soy rica...todavía. Cuando lo sea iré a visitarte. O enviaré mi jet privado por tí, lo que sea más sencillo.
Es màs rico el que sabe lo que tiene y no el que anhela lo que no tiene.
ResponderEliminar¡Por diooosss!, cuando le dije a mi madre que estabas en Australia se sorprendiò mucho "Que lejos ha llegado ese chico". Ah si, y quiere un canguro de peluche para cuando vuelvas, asi que ya sabes.
Yo ya lleguè a los 30, ¿y sabes a que saben?.. a plena y absoluta libertad. Es un sabor un tanto agridulce por que conlleva responsabilidad pero tambièn el beneplàcito de saber que no estàs atado a algo que no hayas querido hacer. Por que la vida es la consecuencia de los actos en donde no existe el "no sabia lo que estaba haciendo".
Amplias tu mundo y cuando llegas a los 29 veràs que apenas estas empezando a realmente a VIVIR por que tu conciente està activo y es cuando mejor te sabe la vida.
La vida no se acompleja cada dìa... es solo que nos hacemos mas concientes de lo que vivimos y hacemos.
Salu2!!
Te dediqué una entrada en mi blog. Te quiero.
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